Nuestra Flora intestinal es el conjunto de bacterias que habitan en nuestro intestino y que sin ellas no estaríamos vivos. Hay alimentos que no pueden faltar en nuestra dieta, para conseguir una correcta absorción de los nutrientes que ingerimos.
Existen alimentos que no deben faltar en nuestra dieta, debido a que juegan un papel fundamental en el proceso de absorción de nutrientes.
Hablando siempre en términos generales y exceptuando patologías de tipo individual, os detallo algunos de estos alimentos para que les proporcionéis “vida” a vuestro intestino:
- Yogurt vivo natural (a ser posible hecho por nosotros).
- kéfir de agua o de leche.
- Tempeh sin pasteurizar, Chucrut o verduras fermentadas sin pasteurizar (mejor hechas por nosotros).
- Inulina (son las fibras presentes en verduras como ajo, espárragos, cebolla, puerros, alcachofas).
- Fibras insolubles para favorecer nuestro tránsito intestinal (cereales integrales y panes integrales).
- Almidones resistentes (estos almidones pueden ser absorbidos directamente), aportes de los tres grupos de Omega y vitamina D.
En nuestra flora intestinal, habitan la mayor cantidad de microorganismos y bacterias de nuestro organismo y esto sucede por un motivo : Son las responsables de que podamos llevar a cabo nuestras funciones esenciales.
- Una flora intestinal sana=Protege al organismo evitando desarrollar diferentes tipos de patologías y asegurando un correcto funcionamiento del sistema digestivo. Esto nos ayudará en la necesaria producción de vitaminas y en una correcta absorción de minerales. Con una correcta nutrición estaremos a salvo de infecciones y mantendremos un sistema inmune equilibrado.
- Una flora intestinal dañada= El intestino estará permeabilizado y esto hará que noo pueda realizar su función de selección de las moléculas que deben entrar en el torrente sanguíneo dando paso tanto a las buenas como a las dañinas .Estas moléculas tóxicas, se van acumulando en diferentes partes del organismo: en articulaciones (artritis), en la piel (soriasis) y nos conlleva a la predisposición de padecer infecciones, alérgias, dermatitis atópicas, alteraciones digestivas, estreñimientos, diarreas, malas digestiones, gases o distensión abdominal entre otras.
¿Qué puede alterar nuestra flora intestinal?
Una alimentación inadecuada. Dieta pobre en fibra , escasez de nutrientes (prebióticos) y un exceso de azúcares. También un exceso de glúten, exceso de cloro (sobre todo a través del agua que ingerimos), el estrés, toma de antibióticos y tratamientos postoperatorios (radioterapias, cirugías…) , infecciónes , malos hábitos de vida ( tabaco , alcohol, sedentarismo, rutinas de sueño irregulares), los viajes a otros países, un exceso de higiene ( hay que tener especial cuidado con la utilización de jabones/geles y cosméticos).
¿Cómo debe ser nuestra alimentación?
Tiene que ser una dieta donde no pueden faltar los 8 aminoácidos esenciales, que son aquellos que debemos ingerir a través de los alimentos ya que nuestro organismo es incapaz de sintetizarlos y que a su vez nos ayudarán a que nuestro organismo sintetice los no esenciales ( los que nuestro propio organismo produce por sí mismo en un estado de salud). Entre los 8 aminoacidos esenciales , uno de los más importantes que no debería bajar su nivel de aporte es el triptófano(propulsor de la serotonina responsable de los estados depresivos) . Nos proporciona bienestar.
Los alimentos que nos ayudan al aporte del triptófano a tener en cuenta en nuestra dieta son: Cereales integrales, aguacate, piña, ciruelas, berros, plátanos, cacao negro crudo, pescado azul y huevos.
¿Es necesario el uso de Simbióticos?
¿Qué es un Simbiótico?: Combinación de prebióticos que son los encargados de estimular el crecimiento de nuestra microbiota (bacterias beneficiosas), y probióticos (microorganismos vivos que ayudarán a mejorar, restaurar y mantener la composición de nuestra flora bacteriana) . Por este motivo es mucho más aconsejable el uso de un Simbióticoen términos generales.
Nos ayudan a equilibrar nuestro “eco sistema”, pues hoy en día es difícil mantener una microbióta sana a través de la alimentación y el ritmo de vida que llevamos. Por ello una ingesta complementaria a tu alimentación dendiendo de si se trata de una posología de prevención o de una posología de tratamiento específico ayudará a controlar la patología, subir las defensas disminuyendo el riesgo de enfermedades mejorando a su el tránsito intestinal.
Existen multitud de cepas en el mundo bacteriano. Has de ingerir las que tu organismo necesita para reequilibrarse . «No cualquier probiótico puede solucionarte el problema».
El ejercicio diario tiene una gran importancia. Simplemente el caminar hace mejorar todas nuestras rutas metabólicas sin dañar el organismo.

2 Recetas que te ayudarán a reequilibrar tu flora intestinal
- Vitalizando Col Lombarda
Preparar un sencillo fermento en base a verduras, ayudará a que el proceso digestivo se realice de forma adecuada. Con una pequeña cantidad en las comidas principales será suficiente para conseguir grandes beneficios.
Para la preparación del fermento en casa es muy importante la higiene de los elementos que formarán parte del mismo. También es importante que la verdura que vayamos a fermentar sea de origen Orgánico (BIO , es decir, libre de químicos y pesticidas para una correcta proliferación bacteriana .
ELABORACIÓN:
Paso 1- Limpiar bien las verduras antes de su preparación.
Paso 2 – Sobre una madera limpia cortaremos la verdura que vayamos a fermentar. (Podemos fermentar cualquier tipo de verdura que sea comestible en crudo, preferentemente de textura “dura” pues la fermentación ablanda sus fibras y de esa forma no nos quedará desecha).

Paso 3- Nos hacemos con un bote de vidrio de una capacidad aproximada de 1 litro o litro y medio y que sea de boca ancha De esta forma, dispondremos de fermento para varios días y su manipulación será más fácil.
Paso 4- Sobre una base de madera para el corte cortamos la col en cuadrados medianos. Dejamos un par de hojas sin cortar para utilizarlas como «tapa» a la hora de de cerrar el bote. Vamos colocando la col a cuadrados en el bote hasta que lo llenemos. Vamos presionando con nuestra mano para llenarlo al máximo pero ejerciendo presión para ello. Una vez lleno, colocamos antes de la tapa las dos hojas que hemos apartado para que ayude a que la verdura fermentada esté siempre cubierta del líquido.
Paso 5- Procederemos a añadir un precursor de la fermentación. En este caso utilizaremos vinagre de Umeboshi (podríamos utilizar sal marina de buena calidad , pero este vinagre nos aporta una alcalinidad ideal para la fermentación). La cantidad de vinagre será la medida de dos dedos de nuestra mano. El resto añadiremos agua sin cloro de buena calidad hasta cubrir la verdura. Tapamos nuestro bote y lo dejamos en un lugar fresco sin luz .
Paso 6- Él mismo nos avisará cuando está fermentado a través de un suave silbido. Y la presencia de burbujitas en el líquido del bote. El agua se habrá tornado completamente lila del color de la col.
El tiempo de fermentado variará en función de la temperatura del lugar. En invierno tardará aproximadamente 1 semana pero en verano la fermentación puede estar lista en 2 días.
Si nunca habéis tomado fermentados os aconsejo que empecéis por una pequeña cantidad diaria en vuestras comidas principales. Una cucharadita , hasta que vuestro intestino se vaya acostumbrando . En unas semanas podréis tomar un par de cucharadas en las comidas prinicipales.
Os animo a que empecéis a incorporar los fermentos en vuestra dieta. Vais a tener una digestión rápida y feliz y os vais a beneficiar de sus infinitas propiedades nutricionales y bacterianas
- Pastel de semillas repleto de probióticos naturales
ELABORACIÓN:
Paso 1- Nos pondremos a triturar 500 gr.de chufas secas. En un molinillo para semillas, colocaremos en «siempre en crudo»: 2 cucharadas soperas de lino, 2 de sésamo , 2 de cáñamo y dos de comino . Molemos y mezclamos en un bol junto con el triturado de chufas.
Paso 2.-Añadiremos a nuestro bol anterior semillas de pipas de calabaza enteras crudas (unas 4 cucharadas soperas). Añadiremos también fruta seca deshidratada a trocitos para endulzar nuestro pastel. Banana seca, moras deshidradas, piña deshidratada orejones de albaricoque , dátiles a trocitos…. La que más nos guste, o una mezcla de varias. Ponemos aproximadamente unos 300 gr. Añadir almendra cruda molida, (unos 250 gr. ), y unos trocitos de corteza de limón (su parte externa amarilla).
Paso 3- Añadimos a la mezcla seca anterior leche de almendras BIO ó leche de coco BIO. La cantidad ha de ser hasta que veamos la masa bien impregnada, pues hay que tener en cuenta que un 50% de mezcla será absorvida cuando «vitalicen» las semillas que hemos añadido.
Paso 4- Dejamos la masa reposar un par de horas. Ha de quedar húmeda ni muy dura ni muy líquida. Que la podamos manipular.

Paso 5.- Seguidamente podremos colocar en un molde para el horno a baja temperatura para que nos ligue todo bien y suba levemente. No ha de estar mucho rato , con unos 20 minutos bastará para que mantenga todos los principios activos de sus ingredientes.
Paso 6- Una vez fuera del horno podemos espolvorear con coco natural crudo BIO por encima, o unos nibs de cacao crudo 100% (opcional y al gusto).
Lo podéis guardar en nevera e ir consumiendo. Os aguantará perfectamente unos 15 días.
¡A través de esta elaboración conseguiréis un intestino activo y saludable!
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