Trofología : El arte de saber combinar nuestros alimentos

Digestión =  Absorción  =  Asimilación de Nutrientes   =  Eliminación

La ciencia encargada del estudio de combinar los alimentos de manera que no cause estragos en nuestra salud es la Trofología. Su objetivo es la prevención a través de una alimentación natural. Estudia la correcta selección, preparación y combinación para obtener un estado óptimo de Salud. Sin una digestión completa, los nutrientes (incluso los más saludables), no pueden ser extraídos y asimilados por nuestro organismo.

Por ello considero muy interesante poner a vuestra disposición, un poquito más de información sobre este tema:

¿Cómo funciona?

La nutrición se compone de cuatro procesos necesarios para que el organismo pueda fabricar los materiales alimentarios de una forma correcta, obteniendo las vitaminas y minerales para las funciones metabólicas que son necesarias en diferentes procesos. Ya sea para bajar peso, quemar grasa, bajar la inflamación, tener un colesterol adecuado,  en resumen para mantener una dieta sana sin contar calorías.

Características de los alimentos:

No existe ningún alimento que sea 100% la totalidad del grupo de alimentos  (verduras, proteínas, carbohidratos, grasas ). Cada uno de ellos aporta una parte de cada grupo. Con lo cuál, deberemos tener en cuenta es el principal elemento nutricional de cada uno de ellos en particular. Como ejemplo, si un alimento aporta un 15% de proteína lo consideraremos proteína, mientras que un 20% o más de carbohidrato, lo convierte en alimento del grupo carbohidratos.

Los alimentos crudos (verduras y frutas), nos aportan muchas enzimas activas y fibra y estos deberán estar presentes en cada uno de nuestros platos para favorecer el proceso de absorción y asimilación. Tened en cuenta, que lo crudo aporta «oxígeno» a nuestras células.

Lo que debes saber de las combinaciones:

Existe una gran diferencia entre la digerir un solo alimento por compleja que sea su composición, a digerir una mezcla de varios alimentos juntos que tengan necesidades distintas y opuestas para poder ser transformados por nuestro organismo. La combinación de jugos gástricos puede llegar a ser dañina. Os resumo algunas pautas importantes a tener en cuenta:

Almidón con Azúcar

Evitar. Causa fermentación. Esta reacción química del organismo produce ácidos que inhiben la digestión de los almidones los cuáles requieren medios alcalinos para una correcta digestión.

Almidón con Proteínas

Evitar. Esta es una de las peores combinaciones , como ejemplo y muy consumida sería “la carne con patatas”. Las proteínas de la carne y el almidón de las patatas juntos hace que las enzimas producidas en la masticación al pasar y juntarse con los jugos gástricos del estómago no deje generar otras secreciones ácidas que serían básicas para la asimilación proteínica.  Esta reacción, produce desechos tóxicos y gases nocivos. Además nos harán ganar peso.

 Almidón con Ácido

Evitar. Interrumpe la digestión de las enzimas salivares. Cualquier ácido que se tome junto con un almidón suspende la secreción de ptialina, imprescindible para iniciar una correcta etapa la digestión y en consecuencia, nuestras bacterias iniciarán el proceso de fermentación en su lugar. Como ejemplo una mala combinación sería añadir limón o vinagre (ácidos), a cereales y otros carbohidratos ricos en almidón (arroz, patatas…). Otra recomendación que suele ser habitual es no mezclar el pan del desayuno (almidón) con el zumo de naranja (ácido). Mejor dejar un espacio entre ellos.

Proteína con Proteína

Cada proteína tiene un requisito distinto a la hora de digerirse.

La acción enzimática más fuerte en algunas proteínas se produce durante la última hora de la digestión, mientras que en otras se produce a primera hora y otro grupo de ellas en un punto intermedio del proceso digestivo.

Dos proteínas similares tomadas juntas al no ser por su naturaleza muy diferentes entre sí , no tienen porque causar problemas y podrían ser consumidas juntas. Sería el caso como ejemplo de dos tipos de pescado azul : el salmón y los camarones.

Evitar: Combinaciones como la carne con los huevos, la carne con los lácteos, el pescado y el queso.

Asegúrate de una gama proteínica completa de los aminoácidos vitales variando los tipos de proteínas concentradas a lo largo del día pero tomadas en diferentes comidas.

Proteína con Ácido

La proteína requiere un medio ácido para realizar una correcta digestión. Esto nos puede llevar al error de pensar que entonces los alimentos ácidos pueden facilitar nuestro proceso digestivo, pero esto no es así.

Cuando un alimento ácido entra en el estómago inhibe la secreción de ácido clorhídrico y la pepsina, que es una enzima que digiere proteínas sólo podrá realizar su función, si existe el ácido clorhídrico. 

Esto es el caso de muchas personas que no digieren bien las legumbres y puede ser debido a ello.

Como ejemplo, el zumo de naranja inhibe la digestión de los huevos , y un fuerte aderezo de vinagre en la ensalada inhibe la digestión de la carne.

Postres, pasteles,  y bollería en general

Deberíamos evitar cualquier tipo de postre dulce después de una comida, pues este tipo de comida combina mal con todo.

Incluso recomiendo la fruta fresca entre horas y no tras una gran comida, ya que esta quedará almacenada en el estómago y ser fermentará en lugar de digerirse.

Si existe mucho antojo de dulce  y se anhelan “pasteles”, es preferible (aunque no es bueno para para ningún organismo), realizar esporádicamente una comida de ellos. De esta forma, por sí solos, no causarán tantos “estragos” gástricos y toxinas como cuando se toman después de las comidas.

El agua en las comidas

Cada día , deberíamos beber entre 1 y 2 litros de agua de buena calidad, en función de la actividad y características individuales de cada persona.

Al intentar cumplir con este hábito de salud, muchas personas lo hacen de forma incorrecta, ya que suelen beber demasiado en las comidas o justo después. Como consecuencia, esto nos causará pesadez e hinchazón al mezclarse con los jugos gástricos y los alimentos ingeridos. Lo ideal es beber siempre con el estómago vacío, ó30 minutos antes de las comidas principales.

Consejo: Evitar en todo lo posible combinar demasiados alimentos en una misma ingesta. De esta forma ayudaremos a que el proceso de digestión se realice sin ninguna alteración y nos aseguraremos de una correcta absorción de nutrientes.