El agua no suele estar presente en la lista de nutrientes, sin embargo debemos saber que se trata del medio que utiliza nuestro organismo para poder realizar sus procesos metabólicos, con lo cual es vital para que se cumplan los procesos corporales.
Funciona como regulador térmico: cuando tenemos frío o calor, el líquido equilibra la temperatura de los órganos internos.
Nuestro cuerpo está formado aproximadamente por un 75% de agua pura y la distribución entre nuestros órganos está en las proporciones adecuadas para que cada uno de ellos, pueda cumplir con sus funciones vitales .
El riñón es el órgano que posee mayor contenido con un 83% de agua. Corazón y Pulmones almacenan un 79% cada uno de ellos. En el caso del Bazo, cerebro e intestinos poseen un 76% . Mientras que hígado y piel tienen un 68%. Por último y no menos importante nuestros huesos en su composición contienen un 22 % de agua que es lo que aproximadamente compone nuestro esqueleto.
Nuestro organismo trabaja constantemente para mantener un nivel de agua “total”, para que el sodio en sangre sea el correcto.
Si tenemos un exceso de sodio retendremos agua para diluir este exceso, tendremos sed y produciremos menos orina. Por el contrario, si tenemos insuficiencia de sodio nuestro riñón excretará más agua para restaurar el equilibrio en el cuerpo debilitándolo en sus funciones.
A modo de conclusión, si mantenemos una adecuada hidratación no retendremos líquidos. No sufriremos de estreñimiento ni de problemas articulares y tendinosos. Nuestra piel será más tersa y la orina será eliminada sin riesgo de formación de cálculos, arenillas y disminuirá el riesgo a contraer infecciones urinarias.
Importante: En caso de enfermedades renales, hepáticas o cardiovasculares según prescripción médica se deberá moderar el consumo de líquido.
Eliminamos agua al respirar y al sudar. No debemos esperar a sentir sed para beber, pues esto es un indicador de que nos falta hidratarnos.
El «agua» entre otros nos brinda beneficios como:
- Aliviar la fatiga
- Eliminar toxinas del organismo
- Disminuir los dolores de cabeza
- Evitar que nuestras mucosas se sequen
- Mejorar nuestro rendimiento físico y psíquico
- Mejorar nuestro estado anímico.
QUE CANTIDAD DE AGUA DEBEMOS BEBER:
Esto siempre dependerá de cada individuo y sus necesidades en función de los requerimientos de su sistema por sus circunstacias personales. A nivel general, y según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) un consumo adecuado estaría entre 1’5 / 2 litros diarios de agua. (La equivalencia entre 6 u 8 vasos día).
Si se realiza deporte, o se produce una mayor sudoración debido a la época del año se deberá ingerir un aporte extra de esta cantidad sin esperar a sentir sed.
También dependerá del tipo de alimentación ya que las personas que consumen alimentos con mayor porcentaje de agua requerirán menos cantidad de líquido así como por el contrario, personas que su dieta sea más proteínica necesitarán mayor cantidad.
Del mismo modo que aquellas personas que en su dieta incorporen de forma habitual cafés, tés o productos con efecto diurético que incrementan la eliminación de líquido por la orina, deberán aumentar el consumo de agua.
Importante: En el caso de infecciones, fiebre, vómitos y diarrea que ocasionan una rápida pérdida de líquidos a las que los ancianos y niñ@s son más sensibles hay que reponer de forma inmediata para evitar la deshidratación.
QUÉ TIPO DE AGUA ES LA MÁS ACONSEJABLE PARA EL CONSUMO:
En general las más adecuadas son las de mineralización más baja, ya que lo que buscamos es el “efecto arrastre” para elementos que el organismo necesita eliminar. Además el intestino la absorbe más rápido.
EN QUÉ MOMENTO DEL DIA ES MEJOR BEBER AGUA:
El agua, participa en el proceso de digestión de varias formas:
1.- Ocupa un volumen importante en el estómago
2.- Diluye los nutrientes. Los separa físicamente y los dirige hacia los órganos implicados en el proceso
3.- La fibra soluble de los alimentos que ingerimos, “atrapa el agua” lo que hace “retardar” el proceso digestivo y la velocidad de la absorción de los nutrientes desde el estómago al intestino.
Existe mucha controversia en este punto sobre “cuando debemos ingerir el agua” pero si ponemos atención al sistema digestivo y su función es entendible que al ser ingerida durante la comida disminuimos el grado de acidez en el estómago con lo cual impedimos que las enzimas se activen y la digestión se ralentice.
Otro dato importante a tener en cuenta es que si bebemos agua o cualquier otro líquido durante la comida que esté frío/a disminuiremos la temperatura del estómago ( que trabaja a 37º), lo cual todavía ralentiza más la digestión, ya que deberá regular la temperatura para poder procesarlos.
NOTA: Esta es una recomendación para personas que puedan estar afectadas a nivel digestivo o con distensiones abdominales. Sin embargo personas que no sufran ningún transtorno digestivo, pueden optar y decidir por beber los líquidos durante sus comidas, ya que no existe ningún estudio científico que justifique que: “ no se puedan ingerir líquidos durante las comidas”. Mi consejo es realizarlo fuera de las mismas.
FALSOS MITOS SOBRE EL AGUA:
El agua engorda si se toma durante las comidas:
FALSO. No varía su capacidad calórica sea ingerida antes, durante o después de las comidas. Existe tan solo el riesgo a interrumpir el proceso digestivo. Nada más.
El exceso de ingesta de agua hace perder nutrientes del organismo:
FALSO. El agua no influye en el aprovechamiento de los nutrientes. El sistema digestivo es eficiente como para poder aprovechar al máximo las posibilidades nutritivas de los alimentos. Sólo las personas que beben realmente demasiada agua (4 litros al día sin sed es demasiada agua) pueden tener una pérdida de nutrientes pero no en la digestión sino a través de la orina, ya que la eliminación de agua que lleva a cabo el riñón va acompañada de otras sustancias de forma inevitable, estén presentes de forma excesiva en la sangre o no.
La ingesta de fibra en la alimentación deberá ir siempre acompañada de una correcta ingesta de agua.
VERDADERO. Si deseamos conseguir el objetivo en patologías como obesidad y diabetes de enlentecer la absorción de nutrientes, o para favorecer el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento deberemos mantenernos correctamente hidratados para no provocar efectos contrarios.
Los diuréticos ayudan a perder peso:
FALSO: Los diuréticos no se pueden ingerir sin prescripción médica, ya que tienen efectos secundarios como pérdida de sales minerales y electrolitos que podrían incluso causar alteraciones cardíacas.
COMO PUEDO SABER SI MI HIDRATACIÓN ES LA CORRECTA:
Tu ingesta de líquidos probablemente sea adecuada si se cumple lo siguiente:
1.- Casi nunca sientes sed
2.- La orina es incolora o de color amarillo claro.
3.- Un médico o un profesional de la nutrición te ha ayudado a determinar la cantidad diaria de agua adecuada para ti.