Combina bien tus alimentos y facilita tu digestión

Una alimentación equilibrada, es aquella que se basa en una variedad suficiente de alimentos, pero no en la misma comida, sino alternados en distintas tomas.

Si durante la misma toma los alimentos se mezclan correctamente, las digestiones se hacen más livianas y la persona se siente más vital, más ágil, especialmente si es una persona que padece de estómago, hígado o vesícula.

En general, cuanto más sencilla sea una comida, más fácil será de digerir y se aprovecharán mejor sus nutrientes, mediante un metabolismo óptimo de los mismos.

Si los alimentos no se asimilan y metabolizan correctamente se pudren en el intestino y sus principios nutritivos no se degradan, convirtiéndose en toxinas.

Esta es la fórmula para que la persona se encuentre llena de energía, economizando en el proceso de la digestión. Además podrá digerir alimentos que antes no toleraba, desaparecen alergias alimentarias y problemas de mala absorción intestinal.

Una correcta digestión nos asegurará una adecuada absorción de nutrientes. La clave de nuestra Salud.

El conocido y antiguo médico griego Hipócrates (considerado considerado como “ el más grande de todos los tiempos), basó toda su práctica médica en la “observación y estudio del cuerpo humano” concluyendo con una de las frases que lo han hecho más célebre:

“Existen alimentos que ingeridos juntos se hacen la guerra entre sí por tener distinto tiempo de digestión.”

Hipócrates

Combinar “Comidas Saludables”

Te propongo algunas ideas que pueden ayudarte mucho en esta misión al aligerar y facilitar el proceso digestivo

1.- Combinar frutas con Kéfir o Yogurt natural sin azúcares añadidos.

Si eres de los que le gusta esta combinación opta por elegir las siguientes frutas:

Arándanos, frambuesas, fresas, moras, granadas, piña, manzana, papaya, kiwi . Puedes endulzar con canela ya que los aceites esenciales que la componen estimulan los jugos gástricos y la salivación, aligerando la digestión y previniendo las flautulencias.

TIP: Y si añades ralladura de piel de limón amarillo mucho mejor!

2.- Combinar lechuga ó brotes verdes.

Hay muchas personas que la lechuga les provoca una gran cantidad de gases debido a su riqueza en azúcares que junto con la fibra fermenta muy fácilmente.

Mi consejo es que la comas bien prensada ( ponle sal y apriétala bien. Aclárala y de esta forma mejorará el proceso de digerirla).

Si en lugar de lechuga utilizas brotes verdes, (rucula, canónigos, berros, arómaticas frescas, brotes tiernos…) esto no te sucederá pues poseen mucha más clorofila y menos azúcares.

3.- Comidas grasas mejor digeridas.

Tras alguna comida copiosa o más cargada de grasa de lo normal te será de gran ayuda terminar con unas verduras encurtidas tipo Chukrut , Pickles, Kimchie e incluso dos deditos de bebida tipo Kombucha sin pasteurizar.

Son alimentos que han sido fermentados de forma natural y se han enriquecido con enzimas que ayudan en todos los procesos de la digestión.

Advertencia: No deberán incluir alimentos fermentados aquellas personas que padezcan cándidas u hongos. Mejor consultar con su nutricionista.

Otros alimentos que te ayudarán en este caso ya que son grandes estimuladores de bilis son : Alcachofas, achicorias, endivias, escarola, rábano. Acompaña con alguna ración de una de ellas y notarás la diferencia.

4.-Legumbres más Digestivas.

Teniendo la legumbre en remojo dos días antes de su cocción hace que empiece un proceso de germinación y serán más digeribles a la hora de consumirlas tras su cocción.

Si no caes en la cuenta también será de gran ayuda utilizar al hervir especias como el comino y el cardamomo.

TIP: tras un plato de legumbre un yogurt natural también te ayudará a digerirlas mejor debido al tipo de probióticos del que se compone. Siempre y cuando sea un buen yogurt.

Malas Combinaciones

1.- Grasas y carne.

Las proteínas de origen animal son el grupo más difícil de digerir. Además de contener su propia grasa las mezclamos con otras y eso es una “bomba digestiva”.

Lo ideal es acompañar las carnes con cualquier vegetal sea crudo o cocinado en cualquier versión.

Las carnes mejor sin grasas añadidas (plancha en su propio jugo, al vapor, al horno…) y posteriormente una vez cocinadas condimentarlas con alguna salsa aliño ligero y que estimule la digestión.

2.- Cafés, Tés y postres. 

Cualquier bebida con cafeína (café, té, carbonatadas ó incluso el alcohol), las impiden que la musculatura estomacal se relaje.

Si has de tomar alguna mejor fuera de las comidas. Como postre siempre será mejor un digestivo con probióticos o una infusión tipo rooibos, o 2 deditos de agua con el jugo de 1 limón.

Advertencia: Si sueles sufrir problemas de reflujo, deberías evitarlos al máximo.

3.- Legumbres y grasas.

Aunque las legumbres son altamente beneficiosas para la salud, no deberían mezclarse con alimentos grasos (carnes, como el cerdo o el cordero) ni platos muy especiados. Esto puede aumentar la producción de gases y hacer más pesada la digestión.

Lo ideal es combinarlas con verduras y proteínas de fácil digestión como almejas, mejillones, algún fruto seco en crudo e incluso con cereales como el arroz o el mijo .

4.- Alcohol y comida. 

Evitar el consumo de alcohol mientras comemos, ya que este ralentiza la musculatura del tubo digestivo. Produce retrasos en el vaciado gástrico y conduce a la aparición de sensación de hinchazón.

5.- Salsas y comida. 

Las salsas, aliños o un exceso de especias nos pueden provocar distensión, flatulencias y molestias varias. Lo mejor es no abusar de ellos. O usar la indicadas para cada Comida teniendo en cuenta las posibles reacciones digestivas.

Si sabes identificar los Grupos de Alimentos combinaras mejor

–      Proteínas.

  • Frutos secos: nueces, almendras, pistachos, nueces, anacardos, macadamia, avellanas…
  • Soja y todos sus derivados como el tofu o el tempeh
  • Legumbres como guisantes secos, frijoles, alubias, lentejas y garbanzos, cacahuetes crudos…
  • Huevos
  • Semillas oleaginosas: de calabaza, de girasol, de lino, de cáñamo, de sésamo, de chia…
  • Champiñones y setas
  • Productos lácteos: leche, yogur, kéfir, requesón, mantequilla, queso, natas…
  • Otros grupos con un porcentaje alto:  Aguacate, cacao, polen de abejas y levadura de cerveza
  • Carnes y derivados
  • Todos los grupos de pescados y derivados

–        Grasas.

Todo tipo de aceites, aceitunas, aguacate, semillas oleaginosas , frutos secos, mantequilla, nata

–        Almidones (cereales y féculas).

Trigo, avena, mijo, maíz, arroz integral, pan, pastas, sémolas, centeno, cebada, patata, boniato, castaña, calabaza, bellota, chufa , yuca, ñame, plátano…

–        Hortalizas medianamente almidonadas.

Alcachofa, remolacha roja, guisantes tiernos, nabo, zanahoria, apio-nabo, judías verdes, chalota, coles de Bruselas y habas verdes.

–        Hortalizas no amiláceas (sin almidón )

Lechuga, apio, acedera, puerro, pimiento, rábano, endibia, espinaca, pepino, calabacín, ajo, cebolla, berenjena, acelgas, ortigas, alfalfa, repollo, col lombarda, bulbo de hinojo, brócoli, diente de león, escarola, borraja y cardos.

–        Azúcares.

Miel, melazas, siropes, jarabe, azúcar blanco, fructosa, azúcar moreno, azúcar de coco,  panela, sacarosas, glucosas, fruta des hidratadas

Nuestro intestino es nuestro “primer cerebro”. Una correcta absorción de nutrientes se lleva a cabo tras una adecuada digestión. Todo esto está ligado a los estados de ánimo.

Si controlas el estrés, evitarás muchos problemas gastrointestinales.